Archivos de Ciencias de la Educación , nº 7, 2013. ISSN 2346-8866
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Ciencias de la Educación

 

RESEÑA / REVIEW

 

Suasnábar, C., Intelectuales, exilios y educación: producción intelectual e innovaciones teóricas en educación durante la última dictadura. Rosario, Protohistoria Ediciones, 2013.

 

Matías Causa

Universidad Nacional de La Plata
Argentina

 

Cita sugerida: Causa, M. (2013). [Reseña del libro " Intelectuales, exilios y educación: producción intelectual e innovaciones teóricas en educación durante la última dictadura" de Suasnábar, C]. Recuperado de: http://www.archivosdeciencias.fahce.unlp.edu.ar/article/view/Archivos07a08

 

Intelectuales, exilios y educación. Producción intelectual e innovaciones teóricas en educación durante la última dictadura constituye un motivo de satisfacción para la historiografía educativa argentina. Por un lado, porque consolida definitivamente una línea de investigación que comenzó con Universidad e Intelectuales en la cual Claudio Suasnábar (2004) abordaba temas y períodos de los que poco se sabía (la universidad y la formación de los intelectuales en el período 1955-1976). El libro que aquí se reseña profundiza estos temas. Está inscripto en el campo de estudios de la historia reciente con el propósito de realizar una reconstrucción histórica de la producción intelectual en educación durante los años de la dictadura militar. Es sensible a temas escasamente explorados, a períodos “oscuros” y a elementos usualmente circunscriptos a notas en pie de página. Por otro lado, porque la obra se enmarca en una concepción de la producción de conocimiento en educación que es superadora de la lógica insular y de compartimientos estancos debido a que se proyecta como un genuino programa de investigación. Como bien señala Guillermina Tiramonti en el prólogo, el texto permite completar un ciclo de gran importancia para el objeto de estudio que Suasnábar se propone indagar.

La presente reseña bibliográfica parte de una decisión de carácter arbitrario. Una suerte de declaración de principios que conviene explicitar de antemano: se interesa, en la tarea de poner de relieve algunas claves de lectura que se juzgan fundamentales y que atraviesan el conjunto de los apartados de la obra, antes que en optar por la pretensión didáctica de ofrecer al lector una síntesis apretada de cada uno de los capítulos. Se deja para el lector el ejercicio de la postura hermenéutica, con la certeza de que aquel asumirá la tarea de análisis y comprensión al colocar las notas de su propio pensamiento. La expectativa es que los énfasis aquí presentados puedan motivarlo a realizar su propia lectura crítica. Entonces, baste con decir que Intelectuales, exilios y educación constituye la edición revisada de la tesis que el autor realizó en el marco del doctorado en ciencias sociales de la FLACSO y que está organizado en seis capítulos, un epílogo y una conclusión final.

El texto en su conjunto invita a un “desplazamiento del ángulo de foco” que se manifiesta en la hipótesis acerca de la conformación y desarrollo del campo pedagógico, no sólo como el resultado de la influencia de los cambios de las políticas educativas y/o de la presencia de determinadas instituciones, sino también como parte de un proceso de producción e innovación intelectual. Suasnábar confirma la mencionada hipótesis a través del estudio riguroso de los cambios de problemáticas, desplazamientos e innovaciones conceptuales que acaecieron en el pensamiento socioeducativo durante los años de la dictadura. No obstante, como se señaló anteriormente, existe una línea de indagación de manifiesta continuidad con la anterior obra del autor; por ello un elemento nodal que amerita destacarse del libro es la vinculación que se realiza entre el análisis de la dictadura militar, en términos de continuidades y rupturas, con los procesos sociales y las derivas del pensamiento socioeducativo de la década del sesenta y primer lustro de la década del setenta.

Ubicado en la historia intelectual, Suasnábar encara su objeto de estudio - los procesos de producción intelectual durante los años de la última dictadura militar - no a partir de campos epistemológicos específicos (historia, sociología, pedagogía, etc.), sino de problemas concretos y de las respuestas dadas a cada uno de ellos desde aquellos campos. Asimismo, se trabaja con una concepción de “pensamiento socioeducativo” entendida como un elemento significativo que integra una estructura más amplia, con todas las connotaciones de este último término (históricas, económicas, políticas, etc.).

La línea de trabajo que el autor prolonga se ve enriquecida al alcanzar un equilibrio que abreva en profundas discusiones respecto de los enfoques en la esfera de la historia intelectual, al incorporar el derrotero y las trayectorias de los intelectuales y expertos en educación que tuvieron una activa participación, tanto durante el período del libro anterior (1955-1976) como la de aquellos que se incorporan, con sus diversas formaciones académicas, a los debates socioeducativos de los años de la ominosa dictadura militar que aborda la obra que aquí se reseña. Esta decisión teórica y metodológica permite al autor evitar tanto las explicaciones teleológicas como los registros contextualistas que explican todo por el clima de época. Esto es, a la vez que se abordan los contornos ideológico-políticos de los años de la dictadura en tanto campo de fuerzas que delimitaron las posibilidades “objetivas” de las acciones e intenciones de aquellos actores, en la obra también se problematiza en ese pasado reciente la carga de la libre elección que conllevaron esas acciones individuales y/o grupales/institucionales (Suasnábar, 2004).

En este último sentido, una mención especial requiere el tratamiento que el autor le otorga al fenómeno del exilio desde el enfoque de la “migración política”, dando cuenta de los exilados tanto dentro como fuera del país (México fundamentalmente) y de las diversas situaciones y motivaciones detrás de cada caso y con el sustrato común de la percepción del miedo en los tiempos políticos de entonces. La paulatina revisión crítica de sus experiencias y la consiguiente reformulación del pensamiento socioeducativo, torna la problemática del exilio y de los exilados en un aspecto central del objeto de estudio del autor al permitirle identificar mediante las acciones de aquellos los debates político-pedagógicos de la dictadura.

Sintetizando hasta aquí, es preciso señalar que es mediante estas claves analíticas que Suasnábar aporta densidad a una obra que se inscribe en un área que cuenta con muy pocas investigaciones al respecto, esto es, la comprensión del campo intelectual de la educación en general y los procesos de producción intelectual durante los años de la última dictadura militar en particular.

La reconstrucción que realiza el libro es meticulosa y detallada, el lector podrá evidenciar que el movimiento del pensamiento socioeducativo no es lineal, ni circular o pendular sino que se presenta de forma dialéctica, con crisis, contradicciones y en períodos que no se anulan ni se reiteran (Gadotti, 1998). Como ya se dijo, Suasnábar es muy cuidadoso en indagar la producción intelectual siguiendo y explorando los cambios de problemáticas, los desplazamientos y las innovaciones conceptuales en el marco de los conflictos y los debates, en las perturbaciones y las modificaciones de sentido que supone el paso por la historia (Altamirano, 2005). Por citar un ejemplo, la formulación de la categoría de “estilos de desarrollo” a través de la cual se analiza las maneras en que en cada época se argumenta y conceptualiza a sí misma y en donde se evidencia la raigambre histórica de los conceptos con el corrimiento de la problemática anterior de la experiencia de la CEPAL, esto es, la problemática del “desarrollo”. Esto permite al autor reconstruir el surgimiento y la trayectoria de determinadas categorías para analizar la emergencia de innovaciones y los desplazamientos conceptuales.

En términos metodológicos y de referentes empíricos Suasnábar define tres corpus de fuentes de jerarquía diferenciada para el acceso a los procesos de producción intelectual. La primera y más importante para el objeto de la investigación, está compuesta por una serie de publicaciones periódicas cuyo abordaje a lo largo del período estudiado aproxima al lector a los debates teóricos, políticos y educativos. Se trata del recorte de revistas político-pedagógicas que se distinguen en función de su carácter institucional (por caso la Revista de la CEPAL), su dimensión de orden político-culturales en sentido estricto (producciones como Punto de Vista, Crítica y Utopía, Cuadernos Políticos y la Revista Controversias), y su entidad eminentemente político-pedagógicas (los casos de la Revista Argentina de Educación, la Revista del Instituto de Investigaciones Educativas y la Revista Perspectiva Universitaria). El segundo corpus de fuentes es complementario del anterior y está conformado por una vasta gama de libros y publicaciones (ejemplo de ellos son los documentos elaborados en el marco del Proyecto de CEPAL/UNESCO/PNUD denominado Desarrollo y Educación para América Latina y el Caribe (DEALC). Por último, el trabajo supuso la realización de entrevistas en profundidad a personalidades significativas del período analizado, sin embargo es el autor quien desde el comienzo advierte al lector que la información obtenida por esta vía se prefirió no utilizar como fuente histórica, debido a que se trata de lo que Suasnábar llama “una relectura intencionada del pasado”; el sentido entonces de las entrevistas en el trabajo radica en su uso para hilvanar trayectorias intelectuales de individuos, grupos o instituciones complementan la información relevada por las anteriores fuentes documentales.

Con todo, entre las dos opciones teórico-metodológicas que existen en el campo de la historia intelectual, esto es, la interpretación textual y la posición contextualista; el autor evita un análisis interno, esto es, el estudio de los “textos en sí” y privilegia la postura de contexto procurando aprehender las fuentes documentales en referencia justamente a un contexto que integra en una explicación lógica los diferentes factores presentes en un determinado momento histórico, como lo fue el período dictatorial, y analizando dicha explicación en relación con los acontecimientos para advertir el grado de influencia que mutuamente se aportaban.

Para finalizar esta reseña, resta destacar que el lector podrá encontrar en Intelectuales, exilios y educación un valioso aporte al campo de estudios sobre la producción intelectual en educación durante los años de la última dictadura militar en un doble sentido, en tanto enfoque teórico-metodológico y como aporte al conocimiento sustantivo acerca de los clivajes del pensamiento socioeducativo en la historia argentina reciente.

 

Referencias bibliográficas

Altamirano, C., Para un programa de historia intelectual y otros ensayos. Siglo XXI, Bs. As, 2005.

Gadotti, M., História das idéias pedagógicas. 6. ed. Ática, São Paulo, 1998.

Suasnábar, C., Universidad e intelectuales. Educación y política en la Argentina (1955-1976). Manantial/FLACSO, Bs. As., 2004.

 

 

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