Archivos de Ciencias de la Educación , nº 7, 2013. ISSN 2346-8866
Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.
Departamento de Ciencias de la Educación

 

RESEÑA / REVIEW

 

Sobre la educación en un mundo líquido: conversaciones con Ricardo Mazzeo. Bauman, Zygmunt. Buenos Aires, Paidós, 2013.

 

 

María Emilia Di Piero

Universidad Nacional de La Plata (UNLP) - Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)

 

Cita sugerida: Di Piero, M. E. (2013). [Reseña del libro " Sobre la educación en un mundo líquido: conversaciones con Ricardo Mazzeo" de Bauman, Z]. Recuperado de: http://www.archivosdeciencias.fahce.unlp.edu.ar/article/view/Archivos07a07

 

¿En qué medida es posible que la propuesta escolar, nacida en la primera modernidad, resulte compatible con un mundo “líquido”? ¿Qué grado de afinidad es viable entre la cultura propia del mundo actual y la cultura clásica del mundo escolar? Son esos los interrogantes más significativos que, a nuestro entender, se desarrollan en “Sobre la educación en un mundo líquido” (2013), libro en el cual son presentadas veinte conversaciones entre Zygmunt Bauman y Ricardo Mazzeo.

Publicada originalmente en inglés en el Reino Unido, en esta obra el sociólogo polaco es interrogado por el docente acerca de temas diversos. Las entrevistas, organizadas en capítulos, fueron iniciadas cuando Bauman fue invitado a inaugurar un congreso celebrado en Rímini en 2009 y concluidas durante las conferencias que pronunció en Módena en septiembre de 2011. Las conversaciones presentan un recorrido por tópicos diversos entre los cuales la situación de la educación en la “modernidad líquida”, la juventud, el consumismo y la problemática de la inmigración en Europa se consolidan como centrales.

La veintena de entrevistas se inicia con algunas reflexiones en relación con un tema recurrente en los distintos capítulos: la inmigración. A continuación, Mazzeo interroga a Bauman acerca de la posición de una maestra italiana sobre lo que ella define como un “estudiante ideal”, a saber, el que consigue repetir todo lo que la docente ha afirmado. Bauman responde a esta cuestión siguiendo su habitual estilo metafórico, comparando un misil balístico con uno moderno. En el primer caso señala que la dirección, el trayecto y la distancia ya han sido decididos por un cálculo previo de quien lo acciona. El segundo tipo de misil se adapta a objetivos que se mueven de forma errática: “aprende sobre la marcha”. Bauman relaciona estos dos tipos de misil con la educación en tanto entiende, retomando a Bateson, que existen tres niveles en el aprendizaje. En el primero —que se condice con la producción de misiles balísticos típicos—, se ubica el que indicaba la docente, es decir los casos de alumnos que repiten. En el segundo se trata de la fabricación de disposiciones que permitan al alumno orientarse en cualquier situación, es el tipo de aprendizaje acorde a los misiles inteligentes. En el tercer nivel se vive en un estado permanente de aquello que lúcidamente Kuhn denominara “revolución científica”: ante la reiteración de anomalías en el marco de cierto paradigma, se torna necesaria una revisión permanente y completa del marco cognitivo. Bauman señala que hoy sólo consiguen el éxito las personas capaces de saltar de una oportunidad a otra, de actuar en condiciones de incertidumbre. Esta metáfora le sirve a quien fuera Premio Príncipe Asturias 2010 para señalar que en el mundo de hoy no es aconsejable cultivar compromisos para toda la vida, en sus palabras: “la vida moderna líquida es un ensayo diario de la transitoriedad universal” (2013: 27). Así, retoma su hipótesis en referencia a un mundo que se caracteriza por la liquidez en tanto se trata de una civilización sin cimientos firmes, en donde reinan la incertidumbre entendida como riesgo y la cultura del desapego.

Ya en su libro “La modernidad líquida” (2010), Bauman sostenía que estamos inmersos en una nueva etapa de la era moderna a la que caracterizaba como líquida en contraposición a la solidez de la primera. Señalaba que la modernidad fue desde el principio un proceso de licuefacción, en tanto llegaba para destruir la solidez de los estamentos medievales. Así, la noción de licuefacción le permitía dar cuenta de dos transiciones: del Antiguo Régimen a la modernidad y de la modernidad sólida a la etapa actual.

También Richard Sennet en “La corrosión del carácter” (2000) había presentado el contraste entre la vida de un padre y de un hijo, Rico y Enrico, en las que se representaban dos tipos de capitalismo diferentes. En la vida del padre la rutina y el trabajo estable eran los ejes estructurantes, podía proyectarse a largo plazo y poseer gran control sobre su vida. La vida del hijo se hallaba, en cambio, signada por la inestabilidad y por el escaso planeamiento sobre su futuro.

Bauman sostiene que el modo de vida de los jóvenes de hoy se encuentra signado por una cultura del aquí y ahora en la que se promueve el culto a la novedad y a las oportunidades azarosas. Así, en la séptima conversación indica que la identidad se lleva actualmente como una camiseta que puede ser rápidamente reemplazada. Bauman señala que esta cultura líquida se distancia de las anteriores, en las que el aprendizaje y la acumulación eran centrales. Esta cultura del desapego, la discontinuidad y el olvido se encalla en la brevedad de las acciones humanas. El autor compara los tiempos en que él era joven, en los cuales se valoraba la capacidad para conservar y preservar, con los tiempos actuales, en donde cobra centralidad la capacidad para cambiar y desechar. En ese sentido, usando una metáfora deportiva, señala que el arte de navegar sobre las olas ha sustituido al arte de nadar en las profundidades1.

En esa línea, indica que las historias de los héroes contemporáneos refieren a personas que se han hecho ricas de la noche a la mañana partiendo de una única idea feliz y de la buena suerte2. Las personalidades que encarnan una vida exitosa —como los fundadores de Apple, de Twitter o de Tumblr— han pasado en todos los casos por la experiencia del abandono escolar3. Precisamente el punto que encontramos más interesante en esta obra es cuando su análisis de la sociedad actual se entrecruza con su visión sobre la escuela. Así, el principal aporte realizado por Bauman en estas conversaciones en relación con las problemáticas educativas contemporáneas refiere a que precisamente esa cultura característica del mundo actual colisiona con la rigidez de la cultura escolar: ambas resultan, a su entender, incompatibles.

Por su parte, también François Dubet (2004) refería que el programa institucional propio de la escuela se encuentra en un proceso de declive que explica el actual sentimiento de crisis en torno a la misma. El francés describe la declinación de los componentes de dicho programa4 en relación con procesos tales como el desencantamiento del mundo, la profesionalización de los docentes, la multiplicación de los valores y la propagación de otros medios de acceso a la cultura legítima.

Desde la producción local, Verónica Tobeña (2011) registra algunos cambios en el mundo de la cultura que se encuentran desacoplados en relación con las condiciones que presenta la escuela. Algunos procesos que señala dentro de dicha mutación son la mercantilización de la cultura (el ordenamiento de la cultura de acuerdo a criterios mercantiles), el descentramiento cultural (en relación con el reemplazo de la cultura letrada por la imagen), la metamorfosis del conocimiento (que erosiona la autonomía de las disciplinas y redefine los espacios de producción, transmisión y validación del saber), entre otros.

Otro tópico recurrente en las entrevistas refiere a la juventud, Bauman señala que lo único que salva a los jóvenes de ser absolutamente desechables es su potencial contribución al consumo. En el capítulo 11 sostiene que durante años el diploma superior fue garante de un puesto en el mercado laboral y que mientras los logros académicos tenían correlación con las gratificaciones sociales, quienes fracasaran en sus intentos por ascender sólo podían culparse a sí mismos. Entretanto, en la actualidad se produce el fenómeno de los graduados sin empleo. Así, se trata de la primera generación de posguerra que se enfrenta a una movilidad descendente. Son jóvenes que, si bien consideran que deben sobrepasar a sus padres se topan con la imposibilidad concreta de hacerlo, en un mundo de trabajos volátiles y desempleo persistente, de proyectos que nacen muertos, de esperanzas frustradas (2013: 55). Bauman se muestra desilusionado en relación con el mundo actual en general y en particular con la política. En reiteradas ocasiones se refiere a los políticos “tanto de izquierda como de derecha” como un grupo demasiado preocupado por conservar sus privilegios.

Si bien entendemos que estos señalamientos son trascendentes en tanto marcan una tendencia significativa en relación con el modo en que actualmente se configura la sociedad y con las problemáticas que emergen en la escuela, observamos también que resultan pesimistas y universalizantes. Que la juventud actual, en relación con la cual Bauman realiza un permanente trabajo de propia delimitación generacional, se halla signada por la flexibilidad y la adaptabilidad en un grado considerablemente mayor de lo que estuvieron (ciertas) generaciones pasadas resulta difícilmente discutible. Sin embargo, no consideramos plausible la simplificación adultocéntrica que presenta a este grupo social como desinteresado o apático en relación con propósitos duraderos, e incapaz de formular proyectos a largo plazo. Es decir, si bien entendemos que existe cierta tendencia en relación con lo señalado por Bauman, no consideramos posible sostener que se trate de la clausura o abandono de todo proyecto a largo plazo por parte de este grupo social, ni que pueda simplificarse a “La Juventud” entendiéndola como un conjunto homogéneo, e invisibilizando las singularidades dadas por la nación, la clase, el género, el nivel educativo, entre otras variables que disuaden de cualquier estereotipo.

El tópico del consumismo reaparece en el capítulo 14, cuando indica que la capacidad de consumo sirve como medida para evaluar nuestra calificación social. Asimismo, tanto en este capítulo como en el siguiente, refiere al problema de la creación de circuitos habitacionales en la medida en que existen áreas protegidas en las cuales ciertas personas no se relacionan con el resto de la población, dando lugar a “comunidades cerradas”. Este movimiento de segregación no se restringe al plano habitacional sino que en el ámbito educativo existen ciertos tipos de escuelas que adaptan su oferta a cierto tipo de familias.

En la última conversación, del 19 de septiembre de 2011 Bauman retoma algunas ideas. Entre ellas, que la cultura actual nos incita a disfrutar de todos los placeres que la sociedad de consumo ofrece. Asimismo indica que, dado que en el mundo no es posible una infinita dispersión, no tenemos más remedio que vivir juntos. Bauman llama glocalización al proceso que despoja de su importancia a lo local y en simultáneo añade más a su significado. Se trata de una relación de amor- odio, amor que suspira por la proximidad, odio que ansía la distancia de lo diferente.

En síntesis, como ya hemos señalado, encontramos sugestivas las conversaciones en tanto habilitan la posibilidad de entender las problemáticas educativas contemporáneas en relación con la (escasa) “afinidad electiva” entre un mundo “líquido” y una propuesta escolar que, formulada desde y para otra época, persiste en su rigidez.

 
Notas:

1 Esta idea es retomada en el capítulo 16, cuando son demarcadas nuevamente los dos tipos de modernidad. En el mundo líquido ya no se nos exige que pospongamos el placer para construir un futuro mejor, sino que se nos incita a disfrutar del ahora. Según el autor los vínculos humanos se han deteriorado y el mandato de disfrutar ha terminado, con las relaciones de amor tradicionales.

2 Como señala Bauman en “Modernidad líquida”, resulta interesante el contrapunto entre los dos tipos de capitalismo a través de la comparación de los liderazgos de Rockefeller y Bill Gates. En la era de Rockefeller, del capitalismo sólido las relaciones capital- trabajo estaban teñidas de compromiso mutuo, el trabajo estaba encarnado, la ciencia gerencial vigente era la de la conservación de la mano de obra, existían compromisos duraderos y planificación era a largo plazo. Entretanto, con el capitalismo líquido cristalizado en la figura de Bill Gates, se inaugura la era del descompromiso y la huida fácil, el trabajo es desencarnado (y permite al capital no atarse, ser extraterritorial, volátil e inconstante). Asimismo, la liviandad del capital se transforma en fuente de incertidumbre mientras que el arte gerencial en boga es el de deshacerse de la mano de obra. De este modo, entiende que así como durante la modernidad los hábitos nómades eran mal considerados, en la actualidad asistimos a la venganza del nomadismo: “viajar liviano, en vez de aferrarse a cosas consideradas confiables y sólidas (…) es ahora el mayor bien y símbolo de poder” (2010: 19).

3 Este diagnóstico lleva al sociólogo polaco a entender que: “en algún lugar de este viaje circular se ha perdido la promesa de mejorar las oportunidades gracias a una educación universal y enriquecedora que dure lo que dure la vida” (2013: 48).

4 Entre los componentes señala ciertos principios y valores “fuera del mundo”, la vocación de los docentes, la idea de la escuela entendida como un santuario ajeno a los problemas mundanos y los procesos de socialización que subjetivizan a los estudiantes.

 

Referencias bibliográficas:

Bauman, Z. , Modernidad líquida. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2010.

Bauman, Z., Sobre la educación en un mundo líquido: conversaciones con Ricardo Mazzeo. Buenos Aires, Paidós, 2013.

Dubet, F., Mutaciones institucionales y/o neoliberalismo. Buenos Aires, IIPE-UNESCO, 2003.

Sennett, R., La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en el nuevo capitalismo. Barcelona, Anagrama., 2000.

Tobeña, V., “La escuela en el mundo contemporáneo. Notas sobre el cambio cultural”. En Tiramonti, G. (Dir.) Variaciones sobre la forma escolar. Límites y posibilidades de la escuela media. Rosario, Homo Sapiens, 2011.

 

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